Cuando mis pies se sienten a unas cuatro millas de mis propias decisiones
muestro la sonrisa de stripper, parpadeo en blanco y saco a relucir el tigre
sus rayas negras como las mías, te acercás — pensás que querés ver
sus dientes, hasta que ves más allá, la horca colgando allí
rosa y balanceándose. La cueva en la que cuelgan, sólo iluminada por fuego
sin que puedas ver quién lo inició. Dulce y arcaico su olor —
como una tumba llena de cartas de amor. Un poco más y caerás
en el agujero. Un poco más y verás hacia abajo, verás todos
los cuerpos y te preguntarás cómo llegaron allí. No creerás
que son reales. Tampoco creerás que yo soy real. ¿Qué otra cosa sino
la magia podría convencer a un humano de que no será mordido?
@thecat_translations ^^~